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Visitants y Truca Circus inundan San Pedro del Pinatar de las artes escénicas que impregnan el Festival Internacional de Teatro de Calle desde hace más de una década.

El festival “Sal de Calle” se trasladaba anoche al centro urbano de San Pedro del Pinatar con dos propuestas muy diferentes protagonizadas por el fuego, la danza, los malabares, las acrobacias y también, las risas.

La primera representación de la noche, en los exteriores del Museo Barón de Benifayó, corrió a cargo de Visitants, la compañía valenciana que presentó la tercera pieza de una trilogía sobre los tres cultivos ancestrales mediterráneos: el cereal , la viña y en este caso, el olivo.

Con el fuego y la danza como protagonistas, todo ocurrió alrededor de una escultura que representaba un gran olivo y que era el centro de la representación. “Olea”, no dejó indiferente al numeroso público que disfrutó del espectáculo. 

Tras la primera representación, el público se trasladó a la Plaza de la Constitución para vivir una fiesta de malabares, acrobacias y humor a cargo de la coproducción de Truca Circus, Los Infoncundibles y la Nordika, que bajo el título de Sopla!, llenó el entorno de diversión con sus diábolos, bosque de cuerdas, duelo de bicis, helicópteros con pies y manos y pelotas con mucho ritmo. 

El Festival finaliza hoy, viernes 2 de agosto, arrancando a las 22.00 horas en el los exteriores del Museo Barón de Benifayó con “Ovvio”, una de las creaciones del Kolektiv Lapso Cirk, que nace de la idea de los dos intérpretes, David Díez Méndez (España) y Tomás Vaclavek (Eslovaquia). Un encuentro entre dos personalidades opuestas, que llevan dentro la misma necesidad de riesgo, la abrumadora urgencia de descubrir hasta dónde pueden llegar antes de que la física y la casualidad los derroten.  

Para cerrar la programación, ‘Sal de Calle’ nos propone W.C., de David Cebrián, en la Plaza de la Constitución, una comedia no escatológica de un solo acto para wáter closet y clown, donde poder fisgonear, curiosear y cotillear a un señor que encuentra su independencia y se emancipa en un lugar adecuado a sus posibilidades.

Las dificultades que presenta este lugar, la resignación y las reacciones del personaje a esta desesperante situación, ofrecerán al espectador una comedia absurda e hilarante. Una obra sin palabras, con imágenes reconociblemente imposibles y elementos sorpresivos y absurdos para todos los públicos.soñar despiertos.

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