La villa romana de “La Raya” data del del 200 a.C. Se estima que pudo tener unos 10.000 m² y que debido a su proximidad a enclaves de comunicación tanto marítimos (Playa de El Mojón, donde podría haber existido un fondeadero de barcos) y terrestre (a unos 5,5 km de la Vía Augusta), pudo influir en que la villa tuviera un fuerte componente comercial; además, dada su cercanía a terrenos fértiles y a las salinas, es muy probable que dicha actividad se completara con funciones agrícolas y de explotación de la sal.
En este yacimiento arqueológico se encontraron cenefas, restos de muros, fragmentos de columnas, una lápida de mármol, restos de estuco y cerámica, ánforas…